Datos del Ministerio de Derechos Humanos y Ciudadanía revelan que, en 2022, 236,4 mil personas se encontraban sin hogar en el país, uno de cada mil brasileños. El informe Población sin hogar: diagnóstico basado en datos e información disponible en registros administrativos y sistemas del gobierno federal proporciona información respecto de esta población disponible en los registros nacionales.
El documento atiende puntos de decisión preliminar del Supremo Tribunal Federal (STF) que recomienda la elaboración de un diagnóstico de la población en situación de calle, convergiendo en las diversas actividades a desarrollar dentro de la Política Nacional para la Población en Calle. El departamento cuenta actualmente con 246 centros de referencia especializados para la Población en Calle (Centros Pop), sumando más de 578 mil servicios.
El diagnóstico señala que, del total de más de 236 mil personas que viven en las calles de las ciudades brasileñas, el 62% se encuentran en la Región Sudeste, siendo el Distrito Federal la unidad federativa con mayor porcentaje: tres de cada mil personas. viviendo en las calles. El perfil de esta población está compuesto mayoritariamente por hombres (87%), adultos (55%) y personas de raza negra (68%).
En relación a las violaciones de derechos humanos, el estudio revela que los hombres negros y jóvenes son las principales víctimas de este tipo de violencia. Las personas de color (55%) y negras (14%) representan el 69% de las víctimas, y el grupo de edad más afectado es el de 20 a 29 años (26%), seguido del de 30 a 39 años (25%). En cuanto al tipo de violencia, el 88% de las notificaciones en 2022 involucraron violencia física, siendo la violencia psicológica la segunda más frecuente (14%).
Entre las conclusiones, el informe muestra que la coordinación interministerial para la construcción de políticas públicas para las personas sin hogar debe involucrar a las carteras de Desarrollo y Asistencia Social, Familia y Lucha Contra el Hambre; Trabajo y Empleo; Educación; de salud; Justicia y Seguridad Pública; y Ciudades.
Además, el documento cataloga como esencial fortalecer el desempeño de los Centros de Referencia de Asistencia Social (Cras) y otros equipos, servicios, programas y proyectos de asistencia social básica, con el objetivo de prevenir situaciones de vulnerabilidad y riesgo y fortalecer los vínculos familiares y comunitarios.
El informe también destaca el papel de los servicios especiales de protección en la reconstrucción de vínculos, la defensa de derechos y el enfrentamiento de situaciones de vulneración.
Otros aspectos destacados se refieren a fortalecer el acceso al empleo y a los ingresos, derechos básicos como la documentación y la educación, además de mirar el consumo de drogas como un problema de salud pública.
Agencia Brasil