Lacalle Pou opinó que Maldonado goza de la mayor tasa de actividad y empleo en el país, así como de la menor de desempleo, por lo que muchas familias fueron a vivir en ese departamento en procura de mejorar su calidad de vida. “Duplicamos la inversión destinada a los vecinos que más necesitan, que son los que viven en asentamientos, como lo estipulaba el programa de gobierno, que es un contrato que tiene obligación moral de cumplimiento”, enfatizó el presidente.
Indicó que la finalidad de la gestión gubernamental es lograr que una familia esté tranquila en su casa tranquila y no se le llueva el techo. Al respecto, manifestó que se logró la expropiación de los terrenos, el dinero para construir, que el Ejército ayudara a los vecinos en la mudanza, y consideró que después cada uno deberá aportar a la convivencia. “Hay que dejar un camino andado y todo en la cancha para que el que venga tenga un país en marcha”, expresó.
Por su parte Antía, destacó el carácter colectivo del proceso, y sostuvo que tuvo como actores principales a los vecinos. Además, indicó que el gobierno departamental asumió el trabajo en asentamientos como prioridad. “No podíamos trabajar en desarrollo y calidad de vida sin equilibrio social”, manifestó.
La mudanza de las 530 familias que vivían en el asentamiento se completará en 2024. El protocolo implica efectuarla en camiones de la intendencia, con ayuda del Ejército, y luego demoler las viviendas en el asentamiento.
La inversión total fue de 55.000.000 de dólares; de estos, 35.000.000 proceden de un préstamo de CAF-Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe y el BROU. El primero aporta 28.000.000; el segundo, 7.000.000; el Ministerio de Vivienda, 3.000.000, y el resto proviene de la Intendencia de Maldonado.