Es que esto de las elecciones internas le ha importado poco a muy pocos. Los números lo demuestran; es la peor asistencia de los votantes a las urnas con motivo de una elección internas desde que existen.
Hay opiniones que señalan que tal como se implementan estas elecciones internas no tienen el efecto buscado, dicen que debería existir un padrón por partido, que deberían ser obligatorias, en fin, no hay consenso sobre su verdadera naturaleza.
Y como decíamos, también nos tomamos un poco de tiempo, a fin de que las aguas bajen un poco más claras después de los revuelos que tuvieron la noche del domingo pasado.
A veces cuando escuchamos a los políticos, nos dan la sensación de que todo pasa por sus manos. Y es así en buena medida. Pero hay miles de personas que ven esta actividad como lejana, y que en la práctica no les importa. Esa ausencia, esa falta de interés es consecuencias de muchas razones que escapan a esta breve columna. Pero lo políticos tienen mucho que ver con esa falta de interés, de eso no hay duda.
La noche del domingo dio para todos los gustos. Hubo gente que salió fortalecida, contenta, con ganas para seguir hasta octubre, otra que dejó para el día siguiente y también hubo gente sorprendida, diría asombraba con alguna decisión que se dio a conocer esa noche.
Las fórmulas de los tres partidos que tenían disputa interna están prontas. Los nombres los hemos escuchado desde el domingo, ahora comienza otro tiempo, esperamos.
Son muchas las medidas que deberá tomar el gobierno que asuma en marzo de 2025. Esperemos escuchar a cada uno de ellos, los “cómo” las van a implementar. La seguridad, el trabajo, crear fuente de empleo y el desarrollo productivo del país esperan para que aparezcan las herramientas necesarias.
Como decía mi abuelita: vamo arremangarnos que se hace tarde, gurí.
Viejo Vizcacha