El agresor, Daniel Ferradans, de 29 años, que había sido policía, llegó a la casa donde estaba Lagos, apuñaló a una persona que estaba con ella y luego obligó a la mujer a subirse al auto que se estrelló y la dejó sin vida.
La relación entre Lagos y Ferradans nunca fue buena, y así lo hicieron saber algunos familiares de la víctima en la audiencia celebrada el pasado miércoles ante la jueza Claudia Valetti.
El hombre fue denunciado cuatro veces por la joven, de acuerdo a lo relevado en el Sistema de Gestión de Seguridad Pública. Lagos pidió custodia de las autoridades y la colocación de una tobillera, pero en una primera instancia las medidas fueron denegadas. Luego vino otra golpiza y así una nueva denuncia, por lo que a la familia le comunicaron que se dispondría una tobillera al agresor por 180 días, pero esto no sucedió.
Las palizas que le dio Ferradans a Lagos siempre estaban precedidas de una constante insistencia para volver a estar juntos, ya que ella le había dicho que no quería seguir adelante con la relación.
La determinación de Lagos llegó tras varias golpizas del hombre, quien además ejercía sobre ella un excesivo control de qué hacía, con quién estaba y hacia dónde iba, como se consignó en la audiencia del miércoles.
De hecho, en varios chats que aportó la defensa de la víctima se deja ver una constante agresión verbal que luego se traducía en golpes físicos. En una de las charlas, Lagos le dijo que Ferradans que ella no se iba a morir salvo que él la matara. “¿A vos te parece que te va a pasar eso?”, le preguntó el hombre.
La Fiscalía, representada por Ignacio Montedeocar, entiende que el hombre tenía como intención terminar con la vida de Lagos. En ese marco, se intentarán acreditar los delitos de violencia doméstica, violación de domicilio, desacato —por haberse acercado a Lagos a pesar de que tenía una medida cautelar porque ella ya lo había denunciado—, hurto y tentativa de homicidio.
La condena que se espera es de 45 años, dado que se suman las medidas limitativas.
Montevideo Portal