"Esto fue terrorismo, terrorismo contra todos nosotros", dijo a los periodistas el canciller alemán, Olaf Scholz, en la ciudad occidental de Solingen, después de depositar una flor en el lugar del ataque, en memoria de las víctimas.
El ataque, que los investigadores creen que fue llevado a cabo por un presunto miembro del Estado Islámico de Siria, ha alimentado las tensiones políticas sobre las normas de asilo y deportación, así como los delitos violentos antes de las tres elecciones estatales del próximo mes.
"Tendremos que hacer todo lo posible para garantizar que aquellos que no pueden y no se les permite quedarse en Alemania sean repatriados y deportados", dijo Scholz.
Flores junto a un catrel donde se lee: "Compasión y dolor en lugar de agitación", en el memorial improvisado con flores y velas en el lugar de un ataque con cuchillo en Solingen, Alemania, el 26 de agosto de 2024.Flores junto a un catrel donde se lee: "Compasión y dolor en lugar de agitación", en el memorial improvisado con flores y velas en el lugar de un ataque con cuchillo en Solingen, Alemania, el 26 de agosto de 2024.
El presunto atacante fue descrito como un "caso Dublín", en referencia a las normas de la Unión Europea según las cuales los solicitantes de asilo deben presentar sus solicitudes en el primer país de la UE al que llegan.
Según los medios alemanes, las autoridades habían planeado deportar a Bulgaria, el año pasado, al sospechoso del ataque con cuchillo del viernes, un hombre sirio de 26 años.
Sin embargo, la deportación no tuvo éxito porque el hombre no se encontraba en su alojamiento para refugiados cuando las autoridades intentaron llevar a cabo la medida, de acuerdo con los informes.
DW