Llegó el día. La despedida. El día del último partido de Luis Suárez con la Selección Uruguaya. Se termina una historia de 17 años que dejó al salteño como máximo goleador de la historia de la Celeste. Fueron (hasta ahora) 69 goles en 142 partidos.
Con Suárez se termina además la era de la Selección de Sudáfrica 2010, aquella que logró un cuarto puesto en un Mundial, lo que no ocurría desde 1970.
Esa generación ganó la Copa América de 2011 en Argentina (con victoria al local incluida) y jugó cuatro Mundiales: Sudáfrica 2010, Brasil 2014, Rusia 2018 y Catar 2022.
Con “el Pistolero” se va el último representante de aquella generación dorada, que supo brillar con un tridente único: Forlán, Suárez y Cavani. Y que tuvo capitanes que marcaron época, como Diego Lugano, Diego Godín, y ahora Suárez.
El salteño debutó con la mayor de Uruguay en el 2007 y desde entonces formó una dupla demoledora con “el Matador” Edinson Cavani, que es el segundo goleador histórico de la Selección Uruguaya con 58 goles.
Con la despedida de Suárez se terminar de concretar la renovación, en una selección que ahora tiene a José María Gímenez y a Federico Valverde como máximos referentes y capitanes.
Suárez es el último en irse. Antes lo hicieron los otros históricos: Cavani, Fernando Muslera, Martín Cáceres, Godín, y más atrás Forlán, Maxi Pereira, el “Loco” Sebastián Abreu y tantos otros que integraron la llamada “Generación de Sudáfrica”, la que quedará en la historia, la que creó y dirigió el maestro Óscar Washington Tabárez, quien le cambió la cara a la Selección, le devolvió el prestigio y el respeto internacional que había perdido, y la llevó a los lugares más altos del fútbol internacional.
Con Suárez también se va la épica personal, la historia de un jugador que parece escrita para una película. Y es que su carrera está llena de momentos inolvidables, increíbles y épicos. Como la mano en el partido ante Ghana en el Mundial de Sudáfrica 2010, esa que evitó un gol que era la eliminación, esa que derivó en un penal errado por Gyan, esa que permitió terminar el partido con un empate y la definición por penales que se cerró con la picada del Loco Abreu. Esa mano, ese penal, esa picada permitió que Uruguay llegara a semifinales del Mundial.
Otro capítulo épico ocurrió en el Mundial de 2014, cuando pocas semanas antes del debut Suárez se lesionó la rodilla y su participación estuvo en duda. Pero el Pistolero se recuperó en tiempo récord, jugó contra Inglaterra (donde lo habían defenestrado por algunas inconductas) y convirtió dos golazos para un triunfo épico.
Pero Suárez suma cantidad de goles importantes, esos que muchas veces le dieron la victoria a la Celeste y una clasificación o pase de ronda en un campeonato. O como aquella vez que le hizo cuatro goles en un partido a Chile, por Eliminatoria, y así, tantos otros.
Hoy se va Suárez, termina una era… y empieza otra.
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