En un estudio publicado en la revista JAMA Network Open, investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo (FM-USP), en Brasil, analizaron la dieta de más de 700 adeptos al veganismo residentes en el país.
Los resultados indican que, en promedio, los participantes en esa investigación consumen la cantidad recomendada de proteínas y aminoácidos esenciales. Y tienen una dieta basada fundamentalmente en alimentos no procesados y mínimamente procesados. Sin embargo, fue posible observar que quienes ingieren menos productos alimenticios industrializados tales como suplementos proteicos y proteína texturizada de soja se mostraron más propensos a tener una ingesta inadecuada de proteínas, lo que sugiere que existe en esa población algún grado de dependencia de nutrientes provenientes de los alimentos ultraprocesados.
El término “ultraprocesado”, acuñado por investigadores de la Facultad de Salud Pública de la USP, hace referencia a fórmulas de sustancias obtenidas en la industria mediante el fraccionamiento de alimentos, aparte del agregado de aditivos químicos (colorantes, aromatizantes, emulsionantes, espesantes, etc.) que vuelven a esos productos sumamente sabrosos.
“Nuestros resultados se contraponen al estigma de que la dieta vegana no sería capaz de suministrar la cantidad necesaria de proteínas y aminoácidos esenciales que una persona necesita. Tal como pudimos observarlo, la misma puede ser adecuada desde el punto de vista nutricional. Con relación a los alimentos ultraprocesados, observamos que los veganos evaluados consumían menores cantidades de este tipo de alimentos cuando se los comparó con la población en general”, afirma Hamilton Roschel, coordinador del Grupo de Investigaciones en Fisiología Aplicada y Nutrición del Centro de Medicina del Estilo de Vida de la FM-USP y coordinador del estudio, financiado en el marco de cinco proyectos (19/14820-6, 19/14819-8, 20/07860-9, 22/02229-4 y 17/13552-2) de la FAPESP.
Los investigadores calcularon la ingesta de proteínas y aminoácidos esenciales, aparte del consumo de alimentos por nivel de procesamiento. Esta información se basó en un diario alimentario –enviado por cada uno de los 774 participantes en el estudio– que contenía la información de todo el alimento ingerido durante un día.
“Se sabe que los alimentos de origen animal son en general más densos no solamente en proteínas, sino también en aminoácidos esenciales. La carne, la leche o los huevos poseen más proteínas por gramo de alimento que el arroz o los frijoles, por ejemplo. Por eso era también importante investigar si esa demanda estaba supliéndose en las dietas compuestas únicamente por proteínas vegetales”, explica el investigador.
De este modo, de la misma manera que el consumo adecuado de proteínas puede ser una cuestión en la dieta vegana, también es esperable que exista naturalmente una mayor dificultad para llegar a los niveles necesarios de aminoácidos esenciales.
En el análisis, los investigadores detectaron que la alimentación de los participantes se basaba en gran medida en alimentos in natura o mínimamente procesados (el 66,5 % de la ingesta energética), mientras que los ultraprocesados correspondían al 13,2 %. En la población brasileña en general, de acuerdo con la Encuesta de Presupuestos Familiares (POF, en portugués), los valores son del 44,9 % para alimentos in natura y mínimamente procesados y del 23,7 % para los ultraprocesados.
En el estudio también se detectó una importante asociación entre la adecuación de la ingestión de proteínas y el consumo de alimentos ultraprocesados. “Pese a que esa población consume una baja cantidad de alimentos ultraprocesados, una parte parece depender de este tipo de alimentos para suplir la demanda proteica. Esto se debe en parte al hecho de que los alimentos in natura son en general menos densos en proteínas, lo que abrió una avenida de explotación para la industria de los denominados meat substitutes o sustitutos de la carne, que vienen ganando mercado”, dice.
María Fernanda Ziegler – FAPESP