El estudio refuerza la importancia de la lactancia materna y de evitar alimentos ricos en azúcar, grasa saturada, sal y aditivos químicos
Un estudio brasileño realizado con 728 niños de hasta un año de edad señala que el consumo de alimentos ultraprocesados puede impactar negativamente la diversidad y la abundancia de la microbiota intestinal, con un efecto más pronunciado en niños que no reciben lactancia materna.
Los resultados fueron publicados en la revista Clinical Nutrition, como parte del Estudio MINA – Materno-Infantil en Acre: cohorte de nacimientos de la Amazonia occidental brasileña, que acompaña a un grupo de niños nacidos entre 2015 y 2016 en Cruzeiro do Sul, en el estado de Acre, Brasil.
Los niños que aún eran alimentados con leche materna presentaron una mayor abundancia de Bifidobacterium, un género de bacterias conocido por su asociación con una buena salud intestinal.
Por otro lado, aquellos que no eran amamantados y consumían productos ultraprocesados, como snacks envasados, galletas rellenas, bebidas achocolatadas, refrescos, jugos artificiales, helado, fideos instantáneos, entre otros, mostraron una mayor abundancia de géneros como Selimonas y Finegoldia, poco comunes en el grupo de niños amamantados y típicamente presentes en individuos con obesidad o enfermedades gastrointestinales durante la adolescencia y la adultez.
“También identificamos que la lactancia materna atenuó los efectos perjudiciales del consumo de ultraprocesados sobre la composición de la microbiota intestinal. El grupo de niños que recibía leche materna y no consumía productos ultraprocesados presentó una microbiota más estable y con mejores marcadores de salud, principalmente por la mayor abundancia de Bifidobacterium”, explica el primer autor del estudio, Lucas Faggiani, que realiza su doctorado en la Facultad de Salud Pública de la Universidad de São Paulo (FSP-USP) y fue becario de FAPESP durante la carrera (17/25232-2 y 19/00248-9).
“No existía hasta hoy un estudio con tantos participantes que analizara, a lo largo del primer año de vida, la composición de la microbiota intestinal en relación con el consumo de productos ultraprocesados, precisamente en una etapa en la que el sistema inmunológico se está formando. Aunque la región sea de difícil acceso, estos productos son fácilmente adquiribles y acaban por sustituir los alimentos tradicionales e incluso la lactancia materna”, explica Marly Cardoso, profesora de la FSP-USP y coordinadora del proyecto.
Además del tamaño de la muestra, añade Faggiani, el estudio se destaca por ser una cohorte de base poblacional, en una región amazónica con marcada vulnerabilidad social, lo que contribuye a la investigación de variables poco exploradas en la literatura sobre esta temática.
André Julião - FAPESP