Jueves, 22 Mayo 2025 10:34

Rasgos de personalidad y el insomnio

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La conclusión proviene de un estudio realizado en la Universidad de São Paulo con 595 participantes de entre 18 y 59 años. Los análisis indican una asociación entre el insomnio y altos niveles de neuroticismo, y señalan la ansiedad como parte del problema. 

Un estudio realizado en la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo (USP), en Brasil, investigó la influencia de los rasgos de personalidad en el desarrollo y la perpetuación del insomnio, y constató que existe una relación directa entre ambos factores. Dos hallazgos llamaron la atención de los investigadores: altos niveles de apertura se asociaron con bajos niveles de insomnio, mientras que el alto nivel de neuroticismo (caracterizado por inestabilidad emocional) fue bastante prevalente en personas con este trastorno del sueño. Los resultados fueron publicados en el Journal of Sleep Research.

“Decidimos estudiar la influencia de los rasgos de personalidad sobre el insomnio por tratarse de un trastorno extremadamente prevalente que genera impactos negativos en la salud, como un mayor riesgo de hipertensión, diabetes, ansiedad y depresión. Estas diversas condiciones de salud física y mental conducen a una peor calidad de vida de forma general”, explica Bárbara Araújo Conway, psicóloga del sueño y autora de la tesis de maestría defendida en el Instituto de Psiquiatría de la FM-USP, con apoyo de la FAPESP y bajo la orientación de la profesora Renatha El Rafihi-Ferreira, del Departamento de Psicología Clínica.

Como explican las autoras, el insomnio es uno de los trastornos del sueño más prevalentes en adultos. Se estima que alrededor del 30 % de la población mundial sufre este problema, caracterizado por la dificultad para conciliar el sueño, de permanecer dormido o de volver a dormir después de un despertar no deseado. En Brasil, específicamente en la ciudad de São Paulo, ese número es aún mayor: casi la mitad de sus habitantes (45 %) se queja de insomnio, según datos del Estudio Epidemiológico del Sueño (Episono).

Según Conway, existe una teoría bien establecida en la literatura que propone la existencia de los “3 P” del insomnio: predisposición (factores que hacen que un individuo sea más propenso a tener el trastorno), precipitación (desencadenantes asociados al surgimiento de los síntomas) y perpetuación (comportamientos que mantienen a la persona en el ciclo vicioso del insomnio).

Así, los investigadores partieron de la hipótesis de que el neuroticismo, que es más prevalente en personas con insomnio, podría ser considerado un factor de predisposición al trastorno del sueño. Además, investigaron si los síntomas de ansiedad y depresión podrían actuar como mediadores y moderadores de la asociación entre el neuroticismo y el insomnio.

Pero, para entender cómo los autores llegaron a los resultados del estudio, es necesario retroceder un paso y conocer los rasgos de personalidad. “Son características que estiman un patrón de cómo son los sentimientos, pensamientos y comportamientos de una determinada persona. Son un conjunto de factores que conforman la personalidad y las características del individuo. Según la teoría de los Cinco Grandes (Big Five), todos tenemos diferentes niveles de estos cinco rasgos de personalidad”, explicó la psicóloga. Son los siguientes:

1- Extroversión: las personas con un nivel más alto de extroversión tienden a ser más habladoras, dominantes y con perfil de liderazgo. Prefieren actividades en grupo, tienen mayor facilidad para relacionarse, crear intimidad y suelen ser más asertivas. Por otro lado, las personas con bajo nivel de extroversión no son necesariamente introvertidas, pero prefieren estar más solas y suelen tener más dificultades para trabajar en grupo.

2- Neuroticismo: es un rasgo de personalidad relacionado con el grado de estabilidad emocional. Las personas con un alto nivel de neuroticismo suelen ser más inestables emocionalmente y tienden a enfocarse en aspectos negativos de la vida. Ante una adversidad, tienden a desorganizarse y a sufrir más intensamente, siendo más susceptibles al estrés. La literatura científica señala que un alto neuroticismo tiene una correlación con la ansiedad y la depresión.

3- Amabilidad: es un rasgo de personalidad relacionado con la empatía. Las personas con altos niveles de amabilidad tienden a ser más empáticas, cordiales y preocupadas por el bienestar ajeno, enfocándose mucho en la situación del otro (incluso pueden llegar a ser ingenuas y valorar más a los demás que a sí mismas). Quienes tienen bajos niveles suelen ser más escépticos y desconfiados.

4- Apertura a la experiencia: la persona abierta a nuevas experiencias tiende a ser más creativa y tener un comportamiento exploratorio ante lo novedoso. Siente interés por lo nuevo, son personas curiosas, imaginativas y viven las emociones de manera más intensa. Las personas con bajos niveles de apertura son aquellas que prefieren la rutina, evitan el malestar y tienden a ser más convencionales.

5- Responsabilidad: también puede ser llamada de logro/orientación al logro. Las personas con altos niveles de este rasgo son determinadas, comprometidas, motivadas, perseverantes y capaces de sacrificar placeres momentáneos en busca de un objetivo mayor. Un nivel demasiado alto puede no ser positivo, ya que puede llevar al perfeccionismo. Aquellos con niveles bajos suelen ser menos exigentes, menos obstinados y, en términos comunes, podrían considerarse más “perezosos”.

Fernanda Bassette – FAPESP