La directora del INR, Ana Juanche, informó que el hecho se produjo luego de que dos grupos de personas rompieran los candados y se enfrentaran con cortes carcelarios.
Ante esto, el ministro del Interior, Carlos Negro, aludió a la Ley de Urgente Consideración (LUC) impulsada por el gobierno de Luis Lacalle Pou como responsable “en gran parte” de que la población carcelaria haya crecido “casi un 50%” en el período anterior.
El senador Álvaro Delgado lamentó que el exfiscal haya expresado dichas palabras con el fin de obtener un “caudal político”. “Es, además de insensible, irresponsable y, por si fuera poco, es falso”, opinó el excandidato presidencial en su cuenta de X.
“Lamentablemente, estas situaciones se han dado tanto con la LUC como sin ella; lo que no tiene nombre es utilizarlo para impulsar su proyecto de desprisionalización. Empiezan a dejar en claro que buscan desmantelar la LUC que la gente ya ratificó”, agregó.
El predecesor de Negro al frente de la cartera, Nicolás Martinelli, calificó el hecho como una “tragedia” por ser vidas que se pierden “bajo custodia del Estado” y dijo que es “una señal de alerta sobre la necesidad de asumir responsabilidades con seriedad”.
El exjerarca aseguró que le “preocupa” que el actual ministro “culpe” a la LUC. “Una ley que no solo fue aprobada por el Parlamento, sino ratificada por la ciudadanía en un referéndum. Si tanto daño hace la LUC, como afirma, ¿por qué no proponen derogarla?”, señaló.
Ante esto, Martinelli optó por criticar la implementación del nuevo Código del Proceso Penal, aprobado en 2014 e implementado en 2017 bajo la administración frenteamplista, normativa que “impuso” el sistema judicial actual.
“Tabaré Vázquez dijo que el aumento de rapiñas era consecuencia directa del nuevo código. Eduardo Bonomi señaló que los homicidios se dispararon a partir de su implementación. No lo digo yo: lo dijeron ellos. Es más: en 2016 propusieron eliminar el beneficio de la libertad anticipada para reincidentes en delitos graves como rapiña, copamiento, secuestro, extorsión, homicidio, violación y narcotráfico”, rememoró.
“Pero ¿ahora el problema son las penas? ¿Por qué entonces el ministro Negro propone aumentar penas para estafas o delitos informáticos? ¿En qué quedamos? ¿Las penas más duras sirven o no sirven? ¿Vamos a prisionalizar o a desprisionalizar? Porque, si la filosofía del “más cárcel” es un problema, deberían empezar por revisar sus propias propuestas”, agregó.
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