Hay algunas normas que se deben cumplir para garantizar la seguridad, tranquilidad y condiciones de salubridad de las demás personas que se encuentran en espacios públicos. Es por eso que es obligatorio que los perros sean sacados con collar y en caso de ser necesario también deberán utilizar bozal. Quienes no cumplan con esta disposición serán pasibles de multa.

Los residuos y materias dejados por la mascota son responsabilidad de sus dueños: es obligación levantarlos y tirarlos en el lugar adecuado.

Los animales no pueden ingresar a espacios reservados para juegos infantiles en los parques y paseos públicos. En caso de no respectar esta normativa quien está a cargo del animal podrá ser multado con hasta 5 UR.

El Municipio b saludó la iniciativa de la Comisión de Vecinos de La Aguada a la hora de trabajar en un proceso de convivencia que nos permita no sólo seguir avanzando en términos de ciudad, sino continuar construyendo espacios públicos más saludables.

Se ha realizado charlas en centros educativos, campañas de información y sensibilización en vía pública, folletería, instalación de dispensadores de bolsitas para desechos, entre otras.

Las consecuencias de los residuos de su mascota pueden generar las siguientes condiciones:

Contaminación ambiental visual: las heces en las calles afean la ciudad, dándole un aspecto descuidado y de poca higiene.

Contaminación ambiental olfativa: el olor característico de los excrementos resulta desagradable y molesto para las personas.

Ocasiona disgustos en los peatones al pisar las deposiciones, además de ser una posible vía de contagio de enfermedades.

Induce a otros perros a realizar sus deposiciones en el mismo lugar.

Son fuente de contagio de enfermedades propias de los perros, de tipo viral (parvovirosis) y parasitarias (ascaridiasis, anquilostomiasis, etc).

Las heces caninas son medios de transmisión de ciertas zoonosis, es decir, enfermedades animales que son transmitidas a los humanos bajo condiciones naturales.