"Muchas autoridades públicas y empresas han puesto en marcha arreglos de teletrabajo. Algunas universidades y colegios proveen herramientas de enseñanza en línea. Más aún, la gente que está confinada en sus casas usa más aplicaciones de entretenimiento, como películas en 'streming' o juegos 'online'", indicó la Comisión Europea.
El resultado es que "la demanda de la capacidad de Internet se ha incrementado, y la distribución anormal del tráfico corre el riesgo de poner la infraestructura de Internet bajo tensión justo cuando la necesitamos para estar operativa al mejor nivel posible".
DW